Los mejores taburetes de mimbre del 2025

El taburete de Happyyami hecho con algas marinas tejidas a mano es ideal para quienes buscan un asiento extra en casas con estilo natural o bohemio, y además necesitan algo que no ocupe mucho espacio. Con sus 17.78 cms de alto x 27.94 cms de largo x 27.94 cms de ancho, es compacto y ligero, perfecto para un rincón del salón o como apoyo en el dormitorio sin molestar. Además, el color beige es fácil de combinar con casi cualquier decoración.

Un punto que me parece muy práctico es su base antideslizante, que evita ruidos y rayones en el suelo, algo que no siempre se encuentra en muebles tan pequeños. El tejido natural aporta comodidad y un aire fresco que no pasa desapercibido. Puede ser más que un simple asiento; funciona casi como un detalle decorativo que también ahorra espacio. Me parece que vale la pena si buscas algo sencillo, con buen diseño y cuidado por los materiales naturales.

El taburete de mimbre de AlexandreHouse, con sus medidas de 45x45x86 cms y un peso ligero de 2.7 kg, es ideal para quienes buscan una pieza versátil y natural en casa. Funciona genial en cocinas pequeñas o como asiento extra en terrazas y salones, especialmente si quieres algo que puedas mover sin esfuerzo. El diseño en mimbre le da un aire muy fresco y orgánico, perfecto para darle un toque acogedor a cualquier rincón.

Lo que realmente me llama la atención es lo fácil que resulta limpiarlo y que su estructura es resistente pese a ser tan ligero. Eso lo convierte en una opción práctica para el día a día, sin complicaciones al moverlo o al usarlo de forma habitual. Si te apetece algo funcional pero con personalidad, este taburete puede encajar muy bien. No parece algo sobrevalorado, sino una compra con sentido para espacios informales.

Para quien tiene muebles de bar en la terraza o jardín, esta funda de Guisong puede venir muy bien para protegerlos del sol, la lluvia y el polvo. Con unas dimensiones de 149.86 cms de alto x 149.86 cms de largo x 96.52 cms de ancho, está pensada para cubrir completamente mesas y taburetes de exterior habituales, así que conviene medir antes para asegurarse. Lo interesante es que lleva asas que facilitan mucho ponerla y quitarla, algo que se agradece cuando llueve de repente o quieres aprovechar el buen tiempo rápido.

El diseño también incorpora una rejilla lateral para que el aire circule y evitar que se acumule humedad, evitando esos olores a humedad o moho que suelen salir con fundas más básicas. Además, está fabricada en tejido Oxford impermeable, que no solo aguanta bastante, sino que se limpia fácil con un paño húmedo. Para quien no quiere complicarse con el mantenimiento, resulta práctico y fiable. No te garantiza milagros, pero sí que ahorra tener que andar cambiando muebles cada dos por tres.