Las mejores cafeteras italianas del 2025

Para los que buscan un café espresso sin complicaciones y sin depender de grandes aparatos, esta cafetera italiana de Monix en negro mate puede ser justo lo que necesitan. Es perfecta para usar en cocina de vitrocerámica o gas, así que si tu placa es de inducción, mejor buscar otra cosa. Su diseño sencillo y compacto (unos 0.45 kg y con dimensiones de 27.94 cms de alto x 27.94 cms de largo x 27.94 cms de ancho) hace que ocupe poco espacio y aporte un toque elegante.

Lo que mola es que está hecha de aluminio antiadherente, lo que evita que el café se quede pegado y te facilita la limpieza, además de asegurar que la cafetera dure más tiempo sin deformarse. El mango de baquelita termorresistente también es un buen detalle, porque no tienes que andar con cuidado extra para no quemarte al servir. En general, si buscas algo rápido, práctico y con un diseño que encaja bien en cocinas modernas, esta cafetera tiene bastante sentido para el día a día.

Para quienes disfrutan del café auténtico en casa, la cafetera italiana Jata CFI6 es una opción bastante práctica, sobre todo si tienes cocina de inducción. No es sólo que puedas usarla en todo tipo de fuegos, sino que su base de 10 cm de diámetro está pensada para que el calor se distribuya bien y no te quedes con un café medio frío o quemado. Además, su cuerpo de aluminio aguanta el calor sin deformarse, así que parece duradera y fácil de limpiar.

El asa ergonómica es otro detalle que llama la atención porque te permite manejarla sin riesgo de quemaduras y con comodidad, algo que se agradece cuando haces varias tazas (hasta 6, para que nadie se quede sin su dosis). No es especialmente pesada, pesa sólo 0.45 kg y mide 17.78 cms de alto x 12.7 cms de largo x 10.16 cms de ancho, así que no ocupa mucho en la cocina. Si buscas algo funcional y sin complicaciones, esta cafetera tiene pinta de ser bastante fiable.

Para quienes disfrutan de un café con sabor auténtico y suelen preparar varias tazas, esta cafetera italiana de Cecotec en Gold es bastante práctica. Su capacidad de 300 ml, suficiente para unas 6 tazas, la hace perfecta para compartir o para esos días en los que quieres tener café listo sin volver a preparar. Además, es ideal si tienes cocina de inducción o vitrocerámica, ya que funciona bien en casi todas las superficies térmicas.

Lo que me parece bastante útil es la junta de silicona que asegura un cierre hermético y evita escapes de agua, algo que suele ser un fastidio en este tipo de cafeteras. También incorpora una válvula de seguridad que te indica hasta dónde llenar el agua, evitando accidentes o que te quedes corto de café. El diseño en acero inoxidable añade un toque elegante que no desentona en la cocina, y el mango ergonómico termorresistente facilita bastante el manejo. En definitiva, parece una opción fiable para los que buscan café de calidad sin complicarse demasiado.