Las mejores banquetas de cocina del 2025

El taburete plegable Arregui en gris es justo lo que necesitas si buscas algo práctico para llegar a esos lugares altos en casa sin complicarte. Ya sea para que los peques alcancen el lavabo o para que tú llegues al altillo de la cocina, aguanta hasta 150 kg, así que tiene buena base y estabilidad. Además, los puntos antideslizantes en el asiento dan bastante seguridad, evitando sustos que siempre ocurren con taburetes más básicos.

Mide unos 22 cm de altura y aún plegado ocupa poquísimo espacio, ideal si no tienes mucho sitio para guardarlo. Se pliega y despliega con un solo gesto, perfecto para llevarlo al camping o ponerlo en el maletero sin que moleste. Si buscas algo sencillo pero bien pensado, parece una solución práctica sin mucho rollo ni complicaciones.

Para quienes buscan un taburete práctico que no pase de moda, este de AC en color Blanco con acabado que imita ratán puede ser justo lo que necesitan. Su diseño compacto, con un asiento de 28 x 28 cm dentro de unas dimensiones de 43.18 cms de alto x 35.56 cms de largo x 35.56 cms de ancho, hace que encaje genial en cocinas pequeñas, salones o incluso terrazas, sin ocupar mucho espacio. Además, el asa integrada facilita moverlo, algo que se agradece si sueles cambiar a menudo de sitio los muebles.

Está fabricado en plástico resistente que aguanta bien el trajín diario, y su estética imitando mimbre aporta un toque natural sin complicarte con el mantenimiento que tendría uno de verdad. No te engaño si te digo que combina lo práctico con lo resultón, lo cual no siempre es fácil. Si necesitas algo para sentarte rápido y sin líos, parece bastante funcional y con buen diseño.

Este banco de Relaxdays en color natural me parece súper práctico para quien necesite un asiento sólido y pequeño en baños o espacios húmedos. Como pesa solo 1.8 kg y mide 15.24 cms de alto x 22.86 cms de largo x 22.86 cms de ancho, cabe en cualquier rincón, pero aguanta bien hasta 100 kg. Así que sirve tanto para niños como para adultos que quieran un apoyo seguro sin complicaciones.

Lo que me gusta es que está hecho de bambú, un material natural que aguanta la humedad y es fácil de limpiar, ideal para el baño sin que se estropee con el agua. Además, tiene almohadillas antideslizantes, lo que da confianza para usarlo sin miedo a resbalones. Con su diseño sencillo y esquinas redondeadas, encaja sin llamar demasiado la atención y puede usarse como asiento o para apoyar plantas. Parece ser un detalle útil y práctico, sin complicarse.