Las mejores mantas de punto del 2025

Para quienes buscan una manta versátil y cómoda, esta de la marca HISASHI en beige puede ser justo lo que necesitan. Su tamaño compacto (desde 70x100 hasta 150x200 cm) la hace práctica para el sofá, la cama o incluso para llevar a paseos y picnics sin que pese ni ocupe mucho. Además, su tejido de punto acrílico asegura una suavidad agradable y buena transpirabilidad, por lo que no resulta agobiante en distintas estaciones del año.

Un detalle que me parece útil es que se puede lavar a máquina, y con una bolsa de lavado, la manta mantendría su forma y tacto por más tiempo, algo que siempre viene bien si la usas a diario. Los flecos le dan un toque artesanal y cálido que además decora sin complicaciones. Si buscas algo cómodo y que no dé mucho lío, esta manta parece bastante práctica y con un estilo sencillo que encajará bien en cualquier rincón.

La manta Adyrescia en color crema claro está pensada para cualquiera que busque un extra de confort en casa, especialmente en tardes fresquitas o para esos ratos de serie en el sofá. Su tamaño compacto de 0 cms de alto x 73.66 cms de largo x 73.66 cms de ancho y peso de 0.9 kg la hacen perfecta para llevarla a cualquier rincón sin ocupar mucho espacio. Además, al estar tejida a mano con hilo de chenilla extra grueso, promete aguantar el día a día sin perder suavidad ni soltarse pelusas, lo cual es un plus para los que detestan limpiar mantas que se deshacen.

Otra cosa que llama la atención es que se puede lavar a máquina, algo que no es tan habitual en mantas tan gruesas y artesanales, lo que facilita muchísimo su mantenimiento. Eso sí, por el tejido muy gordito, puede tardar en secar un poco, pero nada que no se lleve bien con el ritmo de vida moderno. En resumen, parece una opción práctica y agradable para quienes valoran la durabilidad y el tacto cálido sin complicaciones. No es una manta cualquiera y puede ser justo lo que buscas para esos momentos de relax.

Para quien busca una manta que aporte calidez sin renunciar al estilo, la BOURINA en Verde puede ser justo lo que necesitas. Sus 127 x 152 cm la hacen perfecta para el sofá o incluso para llevar de picnic o acampada, ya que es ligera y suave gracias al acrílico de calidad. Además, da ese toque decorativo sin complicaciones, con un diseño que no sólo luce bien, sino que aguanta bien los lavados sin deshacerse, algo que se agradece.

Lo que mola es que la limpieza es sencilla: se puede meter directa a la lavadora en agua fría y secar a baja temperatura, lo que ahorra rollos con el mantenimiento. El detalle de los flecos enrollados evita que se estropee rápidamente, manteniendo el aspecto chulo tras varios usos. No parece la manta más gruesa para inviernos extremos, pero para usar en cualquier estación y con ese punto estético, tiene bastante sentido tenerla a mano.