Las mejores bañeras a medida del 2025

Para quien tenga un baño no muy grande pero quiera una bañera cómoda y funcional, esta bañera acrílica rectangular de Sanitana es una opción que merece la pena tener en cuenta. Con unas medidas de 75x160 cm, encaja bien en espacios limitados sin renunciar a una longitud suficiente para tumbarse y relajarse. Además, el acabado en blanco ayuda a que el baño se vea más limpio y luminoso, algo que siempre se agradece en espacios pequeños o poco ventilados.

Lo que me parece práctico es que está fabricada en acrílico, un material ligero y fácil de limpiar, además de resistente a golpes y raspaduras. Esto se traduce en que no tendrás que estar con mil cuidados para que siga como nueva, y se mantiene un aspecto moderno y elegante sin esfuerzo. Por su peso de 117 kg, la estructura se siente sólida sin ser demasiado aparatosa para la mayoría de instalaciones. Si buscas algo sencillo, duradero y que encaje en baños prácticos, tiene toda la pinta de funcionar bien.

Esta mampara de bañera de GME puede venir genial para quien tenga un baño con poco espacio pero quiera evitar esos típicos salpicones al ducharse. Las medidas 150x85 cm se adaptan bastante bien a bañeras estándar y el diseño abatible con elevación al girar facilita abrir y cerrar sin rozar el suelo, algo que seguro ahorra más de un susto al moverse. Además, la perfilería de aluminio en cromo pulido no solo da un aspecto elegante sino que promete ser resistente y poco pesada, con un peso de 21.6 kg.

Lo que me parece especialmente práctico es el tratamiento anti cal en el cristal transparente, porque en zonas con agua dura suele ser un rollo mantener todo limpio. También incluye tornillería y herrajes para una instalación bastante directa, sin tener que buscar accesorios extra. Si buscas algo funcional y que no quede cutre, esta mampara da la sensación de estar bien pensada para el día a día.

Para quien vive de alquiler o simplemente no quiere taladrar azulejos, esta barra de ducha InterDesign es bastante práctica. Al poder ajustarse entre 109 y 191 cm, encaja en casi cualquier ducha o bañera, lo que es un alivio si tu baño tiene medidas un poco raras. Además, su sistema de tensión constante evita que la barra se caiga y no necesitas usar taladro, algo que simplifica mucho la instalación sin estropear las paredes.

El material metálico y las tapas antideslizantes hacen que parezca bastante resistente y estable, perfecto para aguantar el uso diario sin problemas. El color blanco ayuda a que pase desapercibida en baños con azulejos claros. A mí me parece que cumple bien su función para quienes prefieren un montaje rápido y sin complicaciones, aunque claro, si buscas algo ultra decorativo igual se queda un poco básico. Pero para lo que vale, está bastante bien pensado.