Las mejores neveras sin congelador del 2025

Este mini frigorífico Midea de 93 litros es perfecto para quien vive en pisos pequeños, tiene una segunda residencia o necesita algo funcional para la oficina o la caravana. Su espacio sorprende para ser tan compacto, con estantes ajustables que dejan organizar bien desde botellas grandes a fruta fresca gracias a su cajón específico. Además, el compartimento frío extra permite mantener alimentos a temperaturas más bajas sin complicaciones.

Lo que mola es que, aunque tenga un diseño clásico en blanco, incluye tecnología moderna como el compresor R600a que enfría rápido y gasta poco. No es ruidoso y tampoco ocupa mucho con sus 83.82 cms de alto x 55.88 cms de largo x 53.34 cms de ancho. Tiene 2 años de garantía y un servicio técnico bastante extendido, así que si buscas algo fiable y compacto sin liarte con congelador, aquí tienes una opción bastante sensata.

Este mini frigorífico de TZS First Austria en negro tiene un diseño compacto que cabe casi en cualquier rincón, ideal para pisos pequeños, oficinas o habitaciones de estudiantes. Con apenas 53.34 cm de alto x 38.1 cm de largo x 40.64 cm de ancho y un peso de 13.95 kg, es fácil de mover y nada pesado para su tamaño. La puerta de cristal no solo le da un toque elegante, sino que también es práctica porque puedes ver lo que tienes dentro sin abrirla y el tope intercambiable evita que te estorbe.

Lo que me parece realmente útil es que funciona sin ruido gracias a la tecnología Peltier, lo cual es una ventaja si lo pones en tu habitación o en la oficina. Además, los 35 litros de capacidad son suficientes para organizar bebidas y snacks sin problemas. Me da la sensación de que cumple bien su función para alguien que no necesita un congelador, y la iluminación LED interna es un detalle que ayuda a encontrar las cosas fácilmente cuando está oscuro. Perfecto para mantener fresquito lo básico sin complicarte.

Este mini frigorífico portátil de GIZNXBA en /Blue es una opción bastante práctica para quien necesita tener sus bebidas o cosméticos a mano sin complicaciones. Con una capacidad de 6 litros, cabe justo para unas cuatro latas o botellas pequeñas, lo que lo hace ideal para dormitorios, oficinas o viajes cortos. Además, su diseño compacto y silencioso no molesta para nada, así que dormir o trabajar cerca no será un problema.

Lo que mola es que tiene un estante extraíble que facilita organizar pequeños productos, desde cremas hasta leche materna, algo que puede venir de lujo si buscas algo específico para cuidado personal. El material de alta calidad promete durabilidad y un uso más relajado, sin miedo a que se estropee a la mínima. En definitiva, si necesitas algo sencillo y discreto para mantener cosas fresquitas o un poco calientes, parece una solución que cumple lo esperado sin líos.