Las mejores neveras retro del 2025

Para quien vive en pisos pequeños o necesita una nevera extra en la oficina o la habitación, este mini frigorífico de Cecotec con capacidad de 86 L es bastante apañado. Su diseño retro en verde le da un toque original que, además de estiloso, parece robusto, con ese tirador cromado que no pasa desapercibido. Mide 88.9 cms de alto x 55.88 cms de largo x 48.26 cms de ancho, así que cabe en casi cualquier rincón sin ser un trasto gigante.

Lo que me parece bastante práctico es el control de temperatura que puedes ajustar fácil, y el sistema Total No Frost que evita que se forme hielo, algo que es un alivio para mantener los alimentos frescos sin tener que andar descongelando. Además, su eficiencia clase E ayuda a no disparar la factura de la luz, que siempre se agradece. Por todo ello, si buscas algo compacto pero apañado para tener todo a mano, este frigorífico tiene pinta de cumplir sin complicaciones.

Para gente que vive en pisos pequeños, estudiantes o incluso en oficinas, esta mininevera KLARSTEIN Audrey Evo 68L en Azul puede ser una solución muy práctica. Su tamaño compacto, con unas medidas de 66.04 cms de alto x 45.72 cms de largo x 48.26 cms de ancho, facilita meterla en casi cualquier rincón sin renunciar a espacio para guardar comida y bebidas, gracias a sus 68 litros y el estante extraíble. Además, pesa 21.6 kg, así que no es un trasto imposible de mover si decides cambiarla de sitio.

Una de las cosas que me parece más útil es su sistema de refrigeración con compresor y termostato mecánico, que mantiene la temperatura entre 0 y 10 °C, ideal para conservar los alimentos frescos sin complicarte con ajustes digitales. También molan mucho las patas ajustables y la puerta reversible, que hacen que encaje bien en cocinas con poco espacio o en dormitorios. Y que funcione con solo 40 dB es un punto a favor si te molesta el ruido. Si quieres algo que combine estilo retro con buena funcionalidad y sin llamar mucho la atención, esta nevera tiene pinta de cumplir.

Esta mini nevera KLARSTEIN Irene de 46 litros es perfecta para pisos pequeños o habitaciones donde no quieres que el ruido moleste. Al ser tan silenciosa (solo 37 dB),la puedes tener cerca mientras estudias, trabajas o incluso duermes sin preocuparte por el zumbido de fondo. Además, el diseño retro en blanco queda genial para darle un toque diferente y moderno al rincón donde la pongas, sin que parezca un electrodoméstico cualquiera.

Lo que me llama la atención es su refrigerante ecológico y el termostato que puedes ajustar entre 0 y 10 grados, lo que facilita conservar desde bebidas hasta algún snack sin complicaciones. También tiene pies ajustables, lo que ayuda si el suelo está un poco irregular o quieres nivelarla bien. No pesa mucho y tiene un tamaño compacto, ideal si no tienes mucho espacio. En definitiva, parece un cómodo equilibrio entre estilo y funcionalidad para quienes buscan algo práctico y sin demasiada complicación.